Fotografía de Nikola Tamindzic
Con un poema de Carlos Edmundo de Ory, que nos dejó hace muy poco, este blog se despide de 2010. Los versos volverán el lunes, día 10. Hasta entonces, música, fotografía y pintura.
Mientras tanto, Manducemos et bibamus, cras enim moriremur, como decían los romanos. Pues eso: comamos y bebamos, etc. Y riamos también, que no se olvide. Salud.
Mientras tanto, Manducemos et bibamus, cras enim moriremur, como decían los romanos. Pues eso: comamos y bebamos, etc. Y riamos también, que no se olvide. Salud.
SOMBRÍA DIOSA DEMONIA
Soy el novio leproso y ella la esposa sucia
ven aquí macho mío criatura desgraciada
nuestros cuerpos veloces de muertos al chocar
Tú estás marcada por las fiestas negras
espécimen de hembra naturaleza aguda
si gimes lo confieso por excesiva estatua
y sus conocimientos numerosos
sombría diosa de demencia demonia
Tus insólitos senos más allá de las flores
olorosa candela carne y canción de carne
No miro más esos malos deseos
el hombre con su hacha decapita tu amor
Tocar la mosca obra maestra
de tu sur virgen preciosa
bendita seas angostura
privada de conocimiento
tu sentido extrema delicia
Mujer dada por prohibida
con una lógica de ángel
a pesar del lazo de amor
tocar la mosca
Sobre la altura enloquecedora de mi Nada
mientras la luna babosa besa en vano
la carroña humana sigue siendo
el estricto sentado a la mesa de las cenizas
(París, 10 diciembre 1964)
Carlos Edmundo de Ory